Oración Funebre I
A Sofía
Señor, hoy vengo de rodillas a tu altarDesecho, consternado, agotado
Mis manos temblorosas se entrelazan,
Aunque parece que se esconden,
Se abrazan como dos niños aterrorizados.
Mis ojos arden como paja seca,
Mis lágrimas ácidas han caído todas
Corroyéndome y corroyendo tu existencia,
Enturbiándome el alma.
Estoy ciego, mi lengua yace inerte detrás
De mis labios secos como piedra pómez.
Te busco en la oscuridad para suplicarte:
¿por qué?
0 comentarios:
Publicar un comentario